30 de mayo de 2012

Game of Thrones



A medida que pasan los episodios, las tramas, conjuras y movimientos maquiavélicos se van enredado progresivamente, creando una especie de culebrón palaciego marcado por el tono duro y oscuro de la serie y aderezado con algo de violencia. A pesar de su impecable aspecto, una de las dudas que pueden asaltar es hasta cuándo se puede estirar esta trama para que no de la apariencia de ser repetitiva y cansina, aunque dudosamente alguien tendrá esa sensación en la primera temporada compuesta únicamente por diez capítulos y dependerá más de cuantos años quieran que esté en antena. Un ritmo un poco más acentuado y una mejor sensación tanto propósito como dirección en la historia harían que esta incógnita nunca fuese preocupante, siendo éstas las únicas carencias de este producto televisivo que tiene las armas necesarias para ser una nueva incorporación en la lista de las series casi mitificadas que la cadena HBO produce.

Uno de los grandes atractivos de "Juego de tronos" es lo notablemente bien confeccionados que están los personajes y el gran casting que se ha hecho. La lista de actores presente aquí es prácticamente interminable, siendo Sean Bean, Lena Headey y Nikolaj Coster-Waldau seguramente los rostros más fácilmente reconocibles entre los intérpretes principales. Pero si alguien destaca sin lugar a dudas es Peter Dinklage en su papel de hermano enano. A pesar de que en muchos papeles anteriores su rol está confeccionado más como la vis cómica o estigmatizada por su estatura, aquí tiene un papel magníficamente compuesto y el cual el actor llena soberbiamente, robando cada escena en la que aparece.

Sin grandes esfuerzos se puede algar a esta serie por su reparto, por su ambientación, localizaciones, estilo y producción pero lo más memorable de "Juego de tronos" es su capacidad para envolvernos en su intrincada narración de una forma cautivadora, cuya historia resulta interesante y atractiva siempre y cuando su alto nivel de escritura se mantenga y no tienda hacia las telenovelas de capa y espada.Lo tiene todo. Un diseño de producción apabullante, un tono visual digno de la mejor película de fantasía, un nivel altísimo en las actuaciones (así como un total acierto en el casting de los actores) y una historia que te va a tener en vilo desde el primer capítulo. Y por supuesto, unos títulos de crédito sencillamente geniales. Para qué andarse con rodeos. Esto es cine, con mayúsculas. Juego de Tronos: una película de (Dios quiera que) siete temporadas a razón de 13 capítulos por cada una. ¿Qué más se puede pedir?

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